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27 de junio de 2015

Algunas lesiones traumáticas en el surf

           Hace unos días veíamos a Kai Oton salir de Cloudbreak con sus rodillas hechas un desastre. Después una caida en un "cerrote" de tres metrazos, se fue al fondo -muy cercano a la superficie como suele ser en las olas de arrecifes- e impactó directamente contra el coral, afortunadamente con una parte del cuerpo bastante sufrida, pero no por ello menos sensible al dolor. Salió a la superficie casi inconsciente y hubo que subirlo a la cubierta de la embarcación de los competidores, en donde le hicieron las curas correspondientes. Pero la visión inicial de sus heridas era escalofriante, con pedazos de carne y piel colgando.
           Las caidas en las olas orilleras, son las peores por lo que el mayor porcentaje de lesiones, y las más graves, se produce aquí. Y si el fondo es de duro y afilado coral, aun más peligro todavía.
           Conozco la historia real de un corchero que llegó a Mentawai dispuesto a disfrutar quince días de unas de las mejores olas del planeta, y en la primera se estrelló con su cara contra el fondo del arrecife, en una ola, por cierto, pequeña, pero por ello mucho más peligrosa, por cuanto el fondo está muy cerca de la superficie al ser la ola de poco tamaño. Tuvo que ser operado de urgencia en el propio barco y por suerte estaba allí también un surfero, asimismo profesional de la medicina, capaz de hacer la operación. Pero los quince días restantes se los pasó con la cara llena de puntos de sutura, y viendo como sus compañeros de viaje cogían las mejores olas de su vida...
           Están, además, los golpes contra la propia tabla, ya que se suele caer rotando con ella o contra ella dentro del agua, en especial en los tubos, que no siempre tienen salida franca y que muchas veces se te cierran, y cualquier contacto es muy agresivo. Y la parte de la tabla más peligrosa, en estos contactos, son las quillas, no tanto por las puntas sino por el afilado borde, en especial el trasero.


          Yo siempre he recomendado a mis amigos, cuando se compraban una tabla nueva, del paquete, que le pasasen una lija a ese borde super cortante, para matar un poco el filo de navaja que queda, inevitablemente, cuando se fabrica esa pieza. Porque además la piel húmeda de estar en el agua es muy fácil que, ante un simple roce contra esta parte de la quilla, se corte como si fuera papel de fumar.
           Y otra lesión que puede tener graves consecuencias, sucede los días de viento, cuando caes de la tabla o la dejas suelta y ésta, elevada por el viento, viene a caer justo en donde tú estás sacando la cabeza a la superficie.
          Ya te imaginas lo que puede pasar...

25 de junio de 2015

El banco mas...romántico.

          A alguien se le ocurrió, hace ya tiempo, la feliz idea de colocar un banco de jardín encima del acantilado de Loiba, muy cerca de la playa de Picón. La vista desde ese punto es fantástica, por lo que también a otra persona, todavía más anónima, se le ocurrió inscribir en el respaldo una frase sumamente afortunada: "The best bank in the world" que, aunque a mí me parece que su traducción correcta es la de "El mejor banco del mundo", al final se ha terminado imponiendo una traducción más libre, pero menos ingeniosa a mi modo de ver, prescindiendo del doble significado de la palabra "banco": "El banco más bonito del mundo", traducción que además no se ajusta a la realidad, ya que lo bonito no es el banco -que como tal es bastante vulgar- sino el enclave en el que está situado y la vista que se divisa desde él.
         Si no recuerdo mal, se ha incluido el dichoso banco con su paisaje en un anuncio muy reciente, y también hace poco un fotógrafo, que se dedica a reportajes de tema de Astronomía, ha logrado una foto que ha presentado a un proyecto internacional denominado "Proyecto TWAN", que la ha elegido entre una de las premiadas, e incluso ha recibido una mención especial.
         Pero hoy, con vuestro permiso, voy a incrustar en esta entrada la foto de un banco que a mí me llamó la atención, y aunque no nos ofrezca una vista deslumbrante, sí nos sugiere un entorno muy romántico y muy propicio a la meditación. Y además el banco, creo yo, es bastante más bonito, eso sí, ¿verdad?



        Y también hoy, desde el blog, quiero reivindicar el derecho de muchos otros sitios tan bellos como el de Loiba, que tenemos en Galicia, para que les pongan un banco igualmente. Porque se lo merecen, y en eso creo que estaremos todos de acuerdo. Yo, por lo menos, conozco muchos paisajes que no desmerecerían tener un banco para poder sentarse tranquilamente a contemplarlos, y quedar maravillados de la vista. Como éste mismo de la siguiente foto.

¿No sería estupendo, por ejemplo, disponer de un banco en este sitio?



20 de junio de 2015

Naturaleza y civilización

           Hoy he recuperado unas fotos de algo que vi en la carretera que lleva a la playa de San Xurxo (San Jorge), en el tramo final que discurre muy cerca del arroyo que vacia las aguas del humedal.

La desembocadura del humedal y, al fondo, la carretera.


             En unos pocos metros vi a estas ranitas que, inocentemente y siguiendo con seguridad algún instinto, atravesaron la carretera sin presentir siquiera el gran peligro que les acechaba...





          Con sinceridad, y aunque no debiera ser así, creo que la civilización y la naturaleza, a veces, son algo incompatibles.
           Sin duda, muchas otras ranitas como esas han estado atravesando por ese sitio durante mucho tiempo sin que nada ni nadie las molestase, como debe ser. Pero éstas no disfrutaron de la tranquilidad que esperaban, y a la que tenían derecho, aunque fuesen solo unos humildes animalitos.

18 de junio de 2015

¿Cómo la mar puede ser tan diferente a veces?


            Pues ahí reside una de sus principales virtudes, constituir un paisaje distinto cada día y absolutamente diferente en algunas ocasiones, tanto como se puede ver en esta fotografía si la comparamos con la de la entrada anterior.
            Por eso poseer una ventana al mar es uno de los mas grandes privilegios del que se puede gozar en este mundo.
           ¿No crees?
         

3 de junio de 2015

LA MAR, ES TAN DIFERENTE A VECES...


                                                                                                                                                                    (Clickar para ampliar)
                           
                                                 LA MAR, ES TAN DIFERENTE A VECES...
                   

Llegué a la playa y me dio un gran placer lo que vi. No había surf esa tarde, pero me encantó ver una mar diferente de la habitual, azul como pocas veces, un azul verdoso o un verde azulado, no sabría acertar, rizada por una brisa poderosa y perfecta. Componiendo un escenario que me invitaba a contemplarla con calma, que me absorbía la imaginación y que me tuvo mirándola más tiempo del que podía esperar cuando llegué.
La mar, es tan diferente a veces...
Es como una mujer que sabe vestirse con ropa tan variada y sugestiva que siempre te encandila y a veces incluso te emociona, y querrías retener en tus pupilas esa imagen tan hermosa.
                Qué diferente es la mar, a veces...