Translate

1 de noviembre de 2014

Peniche: mi primer WCT en directo

El patrocinio institucional es muy importante para sufragar el campeonato
          Mientras conducía por la autopista portuguesa A3, tratando de que el coche se mantuviese pegado al asfalto a pesar del diluvio que nos caía del cielo, iba pensando en los motivos por los que, para ver una de las dos pruebas del WCT que se disputan en Europa, tuve que elegir entre Hossegor   (Francia) o Peniche (Portugal). No acabo de entender porqué Francia y Portugal son capaces de organizar una de las once pruebas de que consta el tour, y España no. ¿Crisis...? Francia es, efectivamente, un país más rico que España pero en este momento su economía tampoco pasa por un momento brillante, más bien al contrario. ¿Y Portugal?: ha sido uno de los países rescatados por la UE y que, tras Grecia, el que más sacrificios está exigiendo a sus ciudadanos. Pero hay empresas y organizadores que piensan que es rentable la inversión necesaria para un CT.
Será ésta, pues, una pregunta a responder quizás más adelante. Y puede que la respuesta esté en un hombre que conocí personalmente en Peniche: el Presidente de la Cámara Municipal de esa ciudad, Roberto José Correia, un alcalde que me recuerda a Paco Vázquez en su ambición para conseguir privilegios para su ciudad. Por ejemplo: en Octubre del 2012 Viana do Castelo inauguraba su Centro de Alto Rendimiento orientado al Surf. En Abril del 2013, To-Ze Correia, como se conoce popularmente al regidor de Peniche, hacía lo propio con el CAR de Peniche. Este hombre ha sabido ver en el surf, y en la organización de un evento del WCT, un medio para mejorar la economía de esa zona. Y Peniche va camino, si no lo ha hecho ya, de arrebatar a Biarritz la capitalidad europea del surf.

Con To-Ze Correia, quizás el principal impulsor del campeonato, y que considera que el futuro económico de Peniche pasa por la promoción y apoyo al Surf
           A la mañana siguiente de llegar, mi mujer -Laly- y yo, lo primero que hicimos en Peniche fue recorrer sus playas para palpar el ambiente y buscar a los pros practicando free surf, todo un espectáculo que nunca verás en la competición, ya que es en estos baños libres en dónde ellos exhiben su clase extraordinaria sin estar atados por la necesidad de los puntos.
Supertubos, la primera playa a la que fuimos, era un deprimente escenario por las condiciones del mar. A ningún surfista se le habría ocurrido meterse en aquellas olas demasiado grandes y demasiado revueltas por el fuerte viento on-shore y con el agua de color chocolate, debido a la ciclógenesis Margit, la primera de la temporada. Por ello el campeonato estuvo suspendido desde el martes hasta el domingo. Pero una de las virtudes de este spot es que cuando el viento estropea una de sus dos playas, significa casi siempre que funciona la otra. Por eso recorrimos los escasos kilómetros que hay hasta la playa de Baleal, en la que las olas iban desde un metro hasta los tres en su extremo norte, a 4 Km de Peniche, y siempre con el viento off shore. Pasamos por delante del mítico Hotel Soleil (que supongo que vive fundamentalmente de los miles de surfistas que se alojan en él a lo largo del año, puesto que está en el epicentro de este spot surfístico increíble que es Peniche) hasta llegar al pequeño y mítico pueblito de Baleal, y aparcamos en la playa de Lagide, donde una laja de roca forma un pico de gran calidad, lejos de la orilla.

En una magnífica ola, multitud de surfistas pugnan por su oportunidad, aunque parece ser que lo hacen amistosamente...  
Cientos de surfistas inundaban las olas de A Prainha y Lagide, que miran al norte. Pero no estaban allí los surfistas que yo buscaba. Retrocediendo por la carretera que corre paralela a la playa de Baleal, entramos en el primer aparcamiento que va a dar a un par de restaurantes al borde de la arena, casi en el extremo norte de esta inmensa playa.

Zona norte de Baleal, casi al lado del pueblo del mismo nombre. Cuatro kilómetros de playa hasta Peniche. Indudablemente caben muchos surfistas, aunque son centenares cada fin de semana
Y allí, ¡bingo!, estaba ya lo interesante. Varios pros se preparaban para surfear. Entre otros reconocí a Freddy Patacchia, que analizaba las olas que caían, grandes y cerronas. Hacia el mar pasó Gabriel Medina, y del agua salía Julian Wilson, por lo que Laly y yo nos sentamos a contemplar el espectáculo. Laly se preguntaba por donde andaría Kelly Slater, porque estaba decidida a hacerse una foto con él. Y a los pocos minutos veo bajar hacia el agua a un tipo bajito, fuerte y con la cabeza totalmente rapada. ¡Allí estaba el mítico Slater! Fuera entraban de dos a tres metros que daban unos tubazos de los que resultaba muy difícil encontrar la salida, y eran muy pocos los surfistas que desafiaban unas condiciones tan duras. Pronto Kelly estuvo en el agua. A pesar de que había que elegir muy bien, tanto él como Medina cogían olas sin parar, metiéndose en tubos imposibles, de los que pocas veces salían sin ser tragados por la ola. También intentaban aéreos y girazos en las potentes paredes.
Cuando iban  ya unos cuarenta minutos, de pronto vi que Kelly saltaba fuera del agua en un aéreo e iniciaba un 3 sesenta que, todavía en el aire, continuó hasta completar otra media vuelta (540), y cayó sobre la espuma, en donde siguió su giro hasta terminar las dos vueltas, logrando seguir de pie en la ola. La gente, pendiente de lo que hacía el surfista de Florida, prorrumpió en gritos y aplausos. Porque fue asombroso contemplar como este surfista de 42 años había sido capaz de terminar algo así. Y también porque a esa edad aprender nuevas y difíciles maniobras, como ésta, es casi imposible. Ese es su mérito.
Slater salió del agua a los pocos minutos, y Laly vio su oportunidad para acercarse y pedirle que se hiciera la ansiada foto con ella. Kelly, que iba un poco en una nube porque se daba cuenta de la expectación que había creado con aquella ola, cuando Laly le sujetó por el brazo metiéndose además en el agua hasta la rodilla, se volvió hacia ella, sorprendido y le dijo en inglés, ¡Qué haces!, mirando hacia sus zapatos sumergidos en el agua, y entonces Laly, contestándole “¡don't worry!” le indicó que yo estaba enfocándolos a los dos con el teléfono. La verdad es que, por un momento, me temí que le diese un empujón y que ella terminase totalmente en el agua. Pero cuando Slater comprendió de qué se trataba, cambió su expresión y sonriendo se dispuso para la foto.




Kelly provoca la noticia y su figura mítica crea la expectación.
Luego una multitud de curiosos se concentró alrededor de Kelly, y hubo como una pequeña rueda de prensa al lado de su coche, hasta que les pidió que le dejasen vestirse. Unos metros más allá, Medina también se cambiaba después de salir del agua. Pero curiosamente, casi nadie le prestaba atención, rodeado solamente por su familia y acompañantes.


Por contraste, el lider del circuito en este momento no concita tanto la atención de la gente.
Ambos sabían lo que se jugaban en este campeonato. Por eso, no esperaban y no aceptaron con serenidad -ninguno de los dos- la eliminación en la ronda tres, a manos de dos surfistas muy inferiores teóricamente (Bret Simpson a Medina y Aranburu a Slater). Medina se salió dos minutos antes de terminar, dando equivocadamente por eliminado a Simpson, y Kelly fue incapaz de superar las dos puntuaciones que, al empezar la manga, consiguió Aritz. Medina se marchó de inmediato, muy enfadado, sin ni siquiera sacarse el traje de goma. Y Kelly partió su tabla con furia en tres pedazos al entrar en el vestuario. aunque luego hizo declaraciones en las que alababa al surfista vasco. Cosas de la competición.

La inmensa Playa Norte de Nazaret, la de las olas colosales
Hay que tener en cuenta que, en Peniche, lo más que había eran tres metros, y esa ola llega fácilmente al doble..
Solo se puede decir que es todo un espectáculo natural. Me cuesta imaginar cómo será en vivo con más de veinte metros y con surfistas corriendo estas olas.
Una de las tardes libres se nos ocurrió acercarnos hasta Nazaret, solo treinta kilómetros al norte. Pensé que era una oportunidad verlo con cierto tamaño de ola. Por autopista, en apenas 20 minutos llegamos al Farol de Nazaret, una vieja fortaleza en la que está el faro desde el que se puede ver un gran espectáculo de la Naturaleza. Es muy curioso asomarse a la playa de Nazaret, sin apenas olas, y luego girarse y ver la playa norte con olas de cinco o quizás seis metros en alguna serie.                       Siguiendo con la vista la ruta que esas ondas traen desde el horizonte, se ven las crestas avanzar ya desde muy lejos por encima de lo que se adivina que es el famoso cañón submarino. Y cuando llegan a unos trescientos metros de la playa, crecen desmesuradamente, a veces ayudadas por otras ondas que se unen viniendo en diagonal y que hacen crecer aun más la onda principal, hasta conseguir esa cresta tan marcada, y que tanto nos impresiona. Además, hay que tener en cuenta que estamos viendo la ola desde arriba, lo que le quita mucha sensación de tamaño. Oscar García, de COGE3, al que encontramos después de su viaje en bici desde Hossegor, nos contó que ellos habían bajado a la playa, y que ver aquellas olas desde el nivel de la arena daba una sensación terrorífica. Y esto lo decía un surfista al que no le da miedo ir a por olas de cuatro o cinco metros (o más) en A Mariña.
El sábado, aunque ya sabíamos que tampoco continuaría la competición, nos volvimos a acercar hasta Supertubos. El mar seguía grande y revuelto, con tres metros y alguna serie mayor, y las olas estallaban muy rápido empujadas por el viento del suroeste. Pero para mi sorpresa, en el pico de la competición se veía a un solitario surfista que desafiaba aquellas condiciones terribles. Nos acercamos y pronto le vi coger un tubazo increíble de derechas, a su mano. Cogió varias olas más, en condiciones épicas, y poco después salió del agua. Entonces reconocí quién era el valiente surfista: ¡Aritz Aranburu! Rápidamente me acerqué a él y después de saludarlo y desearle suerte, nos hicimos una foto.

Arizt, 24 horas antes de su proeza. Pero, la verdad, después de verlo en el agua no me sorprendió demasiado su victoria sobre Slater.
Yo sentí admiración por la profesionalidad de Aritz que, en vez de buscar las olas más cómodas en Baleal, se la jugaba en Supertubos, en las durísimas condiciones que estaba viendo. E interiormente deseé que este comportamiento tuviese su recompensa.
Y al día siguiente, efectivamente, fue capaz de apear a Slater, en una circunstancia muy especial, cuando más importante era para el americano el continuar, ya que en el heat anterior Medina también se había quedado fuera, y la ocasión era de oro para Kelly, para alcanzar al brasileño. Pero Aritz también tenía sus objetivos y el 11 veces campeón del mundo no tenía porque ser precisamente un obstáculo insalvable.

La zona fundamental del campeonato, la zona de jueces, y debajo la de competidores.
El domingo la afluencia de gente fue algo extraordinario. Creo que el campeonato de Peniche probablemente sea, de todo el Tour, en el que más gente acude a la playa, lo que para mi da idea de la afición al surf que hay en Portugal, porque además ese público entiende de surf. Por eso, por su magnífica organización y sus extraordinarias olas, Supertubos, Peniche y Portugal se merecen disfrutar del que es el penúltimo -y muy decisivo por tanto- evento del WCT cada año.

La ola de Peniche es para surfistas muy experimentados, muy parecida a la de Hossegor, una ola en la que el tubo es la clave para puntuar alto.




Arizt con los expedicionarios de COGE3, Oscar y Javi. No se les notan los cientos de kilómetros encima de la bici.
Prometí que yo me hacía una foto con Kelly Slater, y cumplí.
Parkinson, eliminado. Su rostro reflejaba la decepción.
Y el eliminador de Joel, Adam Melling.

   

3 comentarios:

  1. Que tal Carlos1
    Antes de nada enhorabuena por la magnifica crónica y las estupendas fotos. Lo cierto que la reflexión que planteas al principio es interesante y daria para una buena charla. Creo que a veces somos un poco cortos de miras en ciertos aspectos en cuanto al futuro y al desarrollo.
    A decir verdad pensaba que Slater era mas alto. Estupendo ese momento con Laly a la caza de Kelly, bueno tu al final también te hiciste la foto y sin mojar los pies....jeje
    Mucho se hablo sobre esa maniobra del americano, supongo que haberla visto allí debió de ser increíble. Sigo pensando que lo de este hombre tiene mucho merito y que con el tiempo se figura ganara prestigio. Nunca he bajado por esa zona de Portugal pero desde luego tiene pinta de valer la pena acercarse hasta ahi.
    Un saludo y buen finde!

    ResponderEliminar
  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por tus elogios, Fran. En cuanto al tema que planteo en principio, tengo mis teorías en cuanto a cuál es la actitud de la ASP (que estaría encantada de hacer una prueba en España, por supuesto, ya que el mercado castellano hablante es muy goloso). Pero no puedo decirlo aquí, un día que vengas te lo comento. De la foto de Kelly, todo el mérito desde luego es del valor que Laly le echó, y más en ese momento que recogen las fotos. Y desde luego que Slater, como mito que ya es, se agrandará con los años. Y en cuanto al surfari, vale la pena, porque si bien Supertubos es una ola complicada por encima del metro, hay rompientes para cualquier nivel, y sin excesiva saturación. Son muchos kilómetros de playas.
      Un saludo.

      Eliminar